Artes Visuales
(Por Mónica García) Ser mujer y periodista no es más complicado que ser mujer y empleada de un comercio. Tanto unas como otras nos vemos inmersas en las mismas dudas, ventajas, conflictos, gratificaciones y obstáculos que de nuestro sexo se desprenderán.
En la sociedad argentina, como en casi todo el mundo, todavía hay una gran cuota de machismo, en especial en el plano laboral. El que diga que no, que sume la cantidad de mujeres que están en puestos jerárquicos y lo comparen con los hombres. Las propias mujeres que llegan a la cima reconocen que su camino no fue tan sencillo como hubiera sido para un hombre en su misma situación. Y encima cuando llegan suelen cobrar menos que el género masculino. Hasta las estrellas de Hollywood ganan unos millones menos que los galanes. Una excepción son las modelos, quizás porque con sus medidas, curvas y fama de tontas constituyen el prototipo de mujer ideal del machismo ortodoxo.
Pero, como diría mi tía, “hay peores problemas”. En contrapartida, lo mejor que se puede hacer es disfrutar de ser mujer, gozar de nuestras “diferencias” y ponerle a nuestro trabajo un toque femenino en lugar de tratar de imitar la obra de los hombres. ¿Por qué no aprovechar la extrema fragilidad y sensibilidad de los días de menstruación en pos de la creatividad, en vez de maldecir a los demonios por ese calvario mensual?, por ejemplo.
Para colmo de males, algunas mujeres creen que emular la actitud masculina requiere sin más dejar de lado a la familia y trabajar el doble que los hombres. Grave error, mis queridas, porque si los jefes de estas damiselas son realmente machistas, lo único que lograrán es ser explotadas pero nunca ascendidas.
Además, el hombre también está cambiando. Enhorabuena, cada vez son más los varones que llegan tarde o faltan al trabajo por cuidar a sus hijos. ¿Si ellos se están dando cuenta de que no vale la pena relegar por completo a la familia por la vida profesional, nosotras vamos a hacer el camino inverso?
Mónica García es periodista del suplemento Informática del diario Clarín, de Buenos Aires, Argentina.
Artes Visuales
Mu18: El gran día femenino
(Por Mónica García) Ser mujer y periodista no es más complicado que ser mujer y empleada de un comercio. Tanto unas como otras nos vemos inmersas en las mismas dudas, ventajas, conflictos, gratificaciones y obstáculos que de nuestro sexo se desprenderán.En la sociedad argentina, como en casi todo el mundo, todavía hay una gran cuota de machismo, en especial en el plano laboral. El que diga que no, que sume la cantidad de mujeres que están en puestos jerárquicos y lo comparen con los hombres. Las propias mujeres que llegan a la cima reconocen que su camino no fue tan sencillo como hubiera sido para un hombre en su misma situación. Y encima cuando llegan suelen cobrar menos que el género masculino. Hasta las estrellas de Hollywood ganan unos millones menos que los galanes. Una excepción son las modelos, quizás porque con sus medidas, curvas y fama de tontas constituyen el prototipo de mujer ideal del machismo ortodoxo.
Pero, como diría mi tía, “hay peores problemas”. En contrapartida, lo mejor que se puede hacer es disfrutar de ser mujer, gozar de nuestras “diferencias” y ponerle a nuestro trabajo un toque femenino en lugar de tratar de imitar la obra de los hombres. ¿Por qué no aprovechar la extrema fragilidad y sensibilidad de los días de menstruación en pos de la creatividad, en vez de maldecir a los demonios por ese calvario mensual?, por ejemplo.
Para colmo de males, algunas mujeres creen que emular la actitud masculina requiere sin más dejar de lado a la familia y trabajar el doble que los hombres. Grave error, mis queridas, porque si los jefes de estas damiselas son realmente machistas, lo único que lograrán es ser explotadas pero nunca ascendidas.
Además, el hombre también está cambiando. Enhorabuena, cada vez son más los varones que llegan tarde o faltan al trabajo por cuidar a sus hijos. ¿Si ellos se están dando cuenta de que no vale la pena relegar por completo a la familia por la vida profesional, nosotras vamos a hacer el camino inverso?
Mónica García es periodista del suplemento Informática del diario Clarín, de Buenos Aires, Argentina.